Fontfreda es uno de los parajes en los que la colada basáltica se ve en todo su esplendor. Antiguamente se utilizaba como vertedero, que se clausuró a finales a del siglo pasado con el relleno de diferentes capas de tierras seleccionadas, tapando la basura allí depositada. Con el paso del tiempo, los cristales y materiales no descompuestos han empezado a aflorar en la superficie. Además, la zona ha quedado prácticamente escondida para la vegetación.

A pesar de las diversas actuaciones realizadas por el Ayuntamiento de Sant Joan les Fonts en los últimos años, se ha decidido recuperar el paraje, que está bastante degradado tanto por el paso del tiempo como por la frecuencia de visitantes. Así pues, se ha limpiado y desbrozado la vegetación de la colada, ya que por la calidad geológica que muestra debe presentar un aspecto sin elementos vegetales. Además, la traza del camino, bajo la colada, por donde pasa la Ruta de las Tres Coladas, se ha adaptado al máximo a los actuales desniveles del terreno, evitando los movimientos de tierras innecesarios. El pavimento, con piedra del entorno, facilita el tráfico peatonal y resulta resistente, inalterable a la intemperie y de fácil mantenimiento. También se está protegiendo la colada y se ha restringido el acceso al pie, con una barandilla que delimita un espacio de protección. Y por último, el camino se ha protegido con una valla perimetral de acero.

La colada de Fontfreda se generó hace unos 130.000 años proveniente del volcán Garrinada de Olot. En el nivel inferior se puede observar el conjunto de columnas con prismas de más de 3 metros de altura y sobre un nivel en forma de losas. Entre los distintos niveles se puede apreciar una cierta transición.