El municipio de la Vall d'en Bas conforma una unidad geográfica y paisajística de primer orden.
Sierras, crestas enriscadas como las de Cabrera dels Llancers, de Freixaneda o el Puigsacalm, rodean prados y bosques de hayas, encinas y robles hasta llegar a la llanura de Bas. Una llanura que posee uno de los suelos más fértiles de toda Catalunya y que está surcada por una multitud de rieras y arroyos que vierten sus aguas al río Fluvià, después de que éste se haya formado saltando las cimas de Falgars.
El Puigsacalam y el macizo de Santa Magdalena forman una de las siluetas más características del entorno. Desde su cima se puede disfrutar de magníficas panorámicas sobre buena parte de Catalunya.
La concentración de tierras agrarias entre los agricultores del valle -concentración parcelaria- y la creación de la cooperativa de agricultores, a principios de los años 70, dieron un notable impulso a la actividad agrícola de la zona y dibujaron el actual trazado de carreteras que comunica los diversos núcleos de población y vecindarios.
Pero la Vall d'en Bas también es historia, al tratarse de tierra de remensas. El municipio aún conserva la masía donde nació el caudillo de los campesinos Francesc de Verntallat. En recuerdo del movimiento remensa, cada año se organiza la marcha cicloturista Terra de Remences, la más concurrida de toda Catalunya.
La Vall d'en Bas dispone de dos núcleos catalogados como conjuntos históricos-artísticos: la villa del Mallol, ubicada sobre un cerro y que fue durante siglos la capital administrativa del vizcondado de Bas, y el núcleo de Hostalets de Bas, el cual tiene su origen en unos hostales situados al pie del antiguo camino real que iba de Olot a Vic.