La Garrotxa está situada al norte de Catalunya, en la cuenca alta del río Fluvià, las cabeceras de la Muga, el río Brugent y la riera de Llémena.
En esta comarca se pueden observar dos tipos de paisaje totalmente diferentes. Por buena parte de la mitad sur se extienden más de 40 volcanes y diversas coladas de lava, formando un paisaje suave y sin apenas desniveles, protegido por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, mientras que desde el valle del río Fluvià hacia el norte, el paisaje cambia radicalmente, volviéndose abrupto y escarpado con abundantes riscos y congostos. Es la Alta Garrotxa, área declarada Espacio de Interés Nacional.
Todos estos espacios, junto a otros como el río Fluvià, forman parte de la Red Natura 2000, es una iniciativa europea para proteger los espacios naturales más singulares, diversos, raros, bien conservados, representativos, frágiles o vulnerables y que conecten con otras características similares.
El clima de la Garrotxa es mediterráneo de montaña media. Las precipitaciones son abundantes durante todo el año, siendo el invierno la estación más seca. Las frecuentes lluvias generan unos veranos frescos, mientras que la influencia del Pirineo hace que los inviernos sean fríos.
La vegetación es un reflejo del clima. Mientras que en la Alta Garrotxa y al este de la comarca hay un sector de vegetación de carácter mediterráneo, el resto de la comarca está cubierta por vegetación submediterránea que pasa a atlántica en los puntos más húmedos. El encinar es característico de las vertientes soleadas del sector oriental, con veranos relativamente secos y calurosos, el robledo es el bosque que predominaría en el resto de zonas, y el hayedo es el bosque que se encontraría en los sectores más húmedos. En el llano de Olot, la especie natural más característica es el roble carvallo, aunque actualmente su presencia se ha reducido a pequeños bosques situados alrededor de la ciudad.