Ruta exigente por las cumbres que rodean la Mare de Déu del Mont, con vistas panorámicas de buena parte de la Garrotxa y del Alt Empordà.
La excursión nos acerca a los parajes que hechizaron Jacint Verdaguer, el cual desde el mismo santuario del Mont se inspiró para escribir uno de sus poemas más populares, Canigó.
Para llegar al punto de inicio, tendremos que ir hasta el santuario de la Mare de Déu del Mont. Se puede llegar desde Cabanelles (por el desvío del Hostal de Can Vilà, en la carretera de Besalú en Figueres) o bien desde el pueblo de Beuda (pasando por Segueró). Las dos pistas están asfaltadas.
Al rocoso cima del Mont está situado el santuario de la Virgen, así como un restaurante y una hospedería. Disfrutaremos de buenas panorámicas de la llanura ampurdanesa, la bahía de Roses, el Pla de l'Estany, el Bassegoda, la Tossa de Espinau y muchos lugares de la Alta Garrotxa y el Pirineo.
Desde la cima, tomaremos el camino de bajada, tal como nos indica la banderola de inicio y final de ruta. Al cabo de unos metros encontraremos un indicador de la ruta que nos dirige hacia Falgars y Sant Llorenç de Sous.Anirem siguiendo las marcas verdes y naranjas hasta llegar a Falgars; también iremos encontrando las marcas amarillas de la Red de Senderos Itinerannia.
El camino está arreglado con escaleras de piedra. Llegamos a un cruce y seguiremos por un camino allanado caminando al abrigo del cuello de Finestrelles, en medio del pinar de Rajolet.
Empezaremos a bajar por esta vertiente umbría, donde encontraremos un haya muy grande, de unos cinco palmos de diámetro, llamado el Faig Gros. Al final del sendero llegaremos a una pista que tomaremos hacia la izquierda durante un centenar de metros hasta llegar a los campos del Bac, ahora abandonados.
Seguimos por la pista y más adelante encontraremos, a la derecha, un antiguo horno de cal, y seguiremos adelante para encontrar, también, la encina de la Santísima Trinidad, llamada así por las tres ramas que nacen a tres metros del suelo.
Siguiendo la misma pista, encontraremos la fuente de Falgars (o de la Mina o el Regadiu), arreglada con unos bebederos; pasada la fuente, traspasaremos una valla.
Llegaremos a la antigua despensa de Falgars (con un dintel de 1798). Desde aquí tendremos una buena visión panorámica de la llanura del Empordà. Cerca está la capilla de la Anunciación y el mas Falgars.
Poco más tarde, a la derecha, encontraremos un roble grande, de unos siete palmos de diámetro, llamado el roble Socablanc. Encontraremos una banderola y seguiremos en dirección a Sant Llorenç de Sous. (También podemos volver al Mont por el mismo camino por donde hemos venido.)
Tomamos la carretera que va subiendo durante un par de kilómetros hasta llegar a los riscos de Rocapastora, donde encontramos una fuente. Continuaremos por la carretera hasta llegar al monasterio de Sant Llorenç de Sous. Seguiremos la indicación que nos dirige hacia el Mont.
Tomaremos un camino de subida que seguiremos por un encinar, hasta que el camino hace un codo, el collado de las arenas. Seguiremos un camino que sube por unos arroyaderos, formados por el agua de la lluvia, que a veces hacen aflorar la roca desnuda. Llegamos a la carretera, subiremos unos metros por el asfalto hasta llegar a la curva, donde tomaremos un camino de subida, hasta encontrar el cruce de caminos, y acabaremos de subir hasta la carretera que llega bajo el santuario.
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