La miqvé es un baño ritual utilizado para la purificación de personas en los rituales del judaísmo. La de Besalú se encuentra situado bajo los restos de la antigua sinagoga, junto al río Fluvià.
Se cree que data de finales del siglo XII, lo que la convierte en una de las pocas de la época que se conservan en toda Europa.
La escalera para acceder está formada por 36 escalones y actualmente se puede acceder a la pequeña cámara (5,5 m por 4,5 m) donde se encuentra la piscina (2,5 m por 1,5 m).
El ritual purificador consiste en bajar los últimos siete escalones y sumergirse 3 veces (Nayim). Las mujeres se purificaban varias veces a lo largo de su vida, por ejemplo, antes y después de los partos o de la boda. Los hombres religiosos se purificaban los viernes para preparar el sabbat, el día dedicado a Yahvé.
La historia de su descubrimiento es curiosa: en 1964 se estaba cavando el lugar para construir un pozo cuando fortuitamente se encontró la estancia. Después de extraer toda la tierra, se pidió consejo al rabino Mordoc de Perpiñán, e incluso se desplazó hasta Besalú el rabino Chilli de París, para acreditar que efectivamente se trataba de una miqvé. También se descubrió que, por necesidad o ignorancia, se utilizó durante muchos años como espacio para almacenar tinte de ropa.
La mejor manera de visitar la miqvé de Besalú es a través de las visitas guiadas que realiza periódicamente la oficina de turismo de la ciudad.
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