El festival que detecta el movimiento.

Entre el 18 y el 21 de abril, el Sismògraf volverá a poner el foco en el paisaje y los retos climáticos y sociales actuales. Los días 26, 27 y 30 de abril se estrenará el Sismodansa, una programación dedicada a la danza que coincidirá con la celebración del Día Internacional de la Danza, durante el cual habrá actividad en escenarios singulares del espacio público, como la Biblioteca o el Teatro.

Del 18 al 21 de abril habrá propuestas como Una isla, de la Agrupación Señor Serrano, una pieza creada con ayuda y presencia en escena de inteligencias artificiales; o Bajo tierra, de Quim Girón y Moon Ribas, una propuesta que forma parte del proyecto europeo Stronger Peripheries y que trata sobre la relación entre las personas y el subsuelo.

Entre las propuestas internacionales, se podrá ver a Cratera de la compañía portuguesa CiRcoLando, un proyecto de artes escénicas dedicado a los paisajes volcánicos, a su dimensión telúrica y su proximidad con el pulso y la respiración de la Tierra. Por otra parte, la compañía suiza Trickster-p convertirá el teatro en un tablero de juego e invitará a espectadoras y espectadores a hacerse partícipes de su espectáculo Eutopia, una propuesta con un enfoque lúdico y multisensorial.

Por lo que respecta al Sismodansa (26, 27 y 30 de abril), habrá dos estrenos mundiales: Entre, de la Compañía Eva Durban, que vuelve a sumar para este espectáculo bailarines con un movimiento biomecánico singular. Y Fairy tales, de la compañía checa Pocketart, una revisión de los cuentos clásicos y de sus finales felices y del papel de las mujeres en estos cuentos. Un estreno que será posible gracias a la cooperación entre el Sismógrafo y el Big Pulse Dance Alliance.

Completarán la programación del Sismodansa dos monólogos de danza, el de Quim Bigas sobre la felicidad, y el de Laura Alcalá Freudenthal e Irene Vicente Salas sobre los millennials. El resto, un compendio de miradas: hacia la masculinidad por Àngel Duran, hacia el territorio y las personas que lo habitan por el Esbart Rocasagna (con la colaboración de Quim Bigas), hacia el cuerpo como archivo personal, cultural y virtual por Ingri Fiksdal & Núria Guiu, hacia el imaginario de la obra Bestiari de Joan Fuster y Ortells por Mireia de Querol Duran y Urša Sekirnik, y hacia las raíces colombianas por Raquel Gualtero.

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